miércoles, 16 de diciembre de 2009

LA ISLA DE LOS PIRATAS

Había una vez un científico llamado Coll y construía muchas máquinas.
Este tipo era más bien bajo, con gafas, piel blanca, calvo y un poco loco. Un día inventó una máquina del tiempo con la que podía ir a cualquier sitio el día que quisiera.
Una vez fue a una isla pirata. Una vez allí alquiló una casa y cuando salió dió un paseo. Coll encontró a un pirata que estaba agarrando a un niño y le dijo que le soltara. El pirata lo soltó, pero lo reto a un duelo de espadas en el espacio de dos días. Coll lo aceptó.
El niño se fue con Coll y le enseñó a manejar la espada. ¡ZAS, ZAS!, el pirata le estaba gananado, pero el niño animó a Coll. Éste se animó, le arrinconó en una esquina y le tiró al suelo. Coll le dijo que se fuera de esa isla al pirata, y éste se fue.
Al día siguiente Coll se tenía que marchar a su casa en la máquina del tiempo, pero el niño le cogió cariño y no le dejó marcharse. Coll le tuvo que explicar que venía del futuro y no se podía quedar.
El niño entendió todo y le dejó marchar. Los dos se despidieron y Coll se marchó. Nunca olvidará esa aventura que había vivido ni a ese niño al que salvó la vida.

2 comentarios:

  1. El cuento está muy chulo y ojalá escribieras otro igual.Se merece un aplauso muy muy grande.

    Iván.

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  2. Es muy chulo pero tienes algunas faltas, como las tildes.

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